Hoy, ya es un hecho, estamos ante un nuevo
paradigma en el mundo de la empresa.
Muchos ya proclaman
que estamos en la "cuarta revolución industrial". Estamos ante la nueva
economía.
Una cuarta revolución industrial de industrias
sin peso. Si la tercera revolución industrial se caracterizó por las grandes
transformaciones de la industria como por ejemplo del automóvil, donde se
necesitaban enormes fábricas para realizar los procesos productivos, en esta
nueva revolución, no se necesita nada de esto. Empresas de esta nueva
revolución son Amazon, Google, Facebook, empresas biotécnologicas, nanología,
inteligencia artificial, etc. No necesitan el “peso” de las grandes industrias
de la anterior revolución industrial.
Nos encontramos en un "mundo VICA" (Volátil,
Incierto, Cambiante y Ambiguo), donde lo único que impera y permanece constante es el propio cambio.
Y en este nuevo mundo empresarial
revolucionario es donde interviene el nuevo directivo actual,
que tiene que luchar con todo esto.
Debemos de tener un doble enfoque al analizar
esta nueva situación:
1. Enfoque
externo
La empresa debe de
tener muy claro su entorno externo, estamos en un mundo
digital, en un mundo globalizado, transnacional, donde la inteligencia
artificial tiene cada vez más peso (ya muchos hablan de que esto
destruirá millones de puestos de trabajo),donde impera lo inmediato gracias
a internet, donde han nacido las redes sociales que nos comunican a lo largo de
todo el mundo, el big data, donde disponemos de una enorme base de
datos e información que nos ayuda de manera muy rápida en nuestra toma de
decisiones, las NTIC (Nuevas Tecnologia de la Información y
Comunicación), en definitiva donde impera la economía sin peso como
ya decíamos antes.
Esto hace y hará (si
no somos capaces de remediarlo) que aparezcan auténticas brechas
tecnológicas, o países que por no disponer de recursos se quedarán atrás en
este nuevo mundo y habrá todavía mucha más diferencia social y económica, con
las consecuencias (nada positivas) que pueda todo esto acarrear. Esto
debería de ser un reto el tratar de remediarlo en lo posible.
Y en este mundo
actual tan cambiante, tan convulso, aparecen nuevas empresas, nuevos sectores,
empresas de nanotecnología, educación en la nube, domotica, biotecnología,
inteligencia artificial, robotica y comercio electrónico, etc.
Un mundo hoy
gobernado principalmente por la generación “X”, y soportado por la generación
“milenial” y a las puertas de entrar la generación “Z”, que será la que esté
más preparada para entender esta nueva industria sin peso, ya que
su mente es más adaptable a este nuevo entorno.
2. Enfoque
interno
Todo este entorno
hace que nazca un nuevo management. Los directivos deben de
estar preparados para esta nueva economía.
Ya no bastan las
tareas de antaño, como era planificar, organizar, controlar y ejecutar.
Esto por supuesto que un directivo debe de seguir haciéndolo, pero son mínimos
en este nuevo mundo económico. Ahora el directivo tiene que ser mucho
más flexible, tener una gran capacidad de adaptabilidad, abierto al cambio
continuo, creativo, siempre tratando de innovar (es la única manera de
construir valor), en definitiva implantar en las empresas y en sus personas
una cultura del cambio, que entiendan que lo que hoy vale mañana no
valdrá.
Y ahí es donde deben
de aparecer los nuevos directivos del siglo XXI.
Este nuevo directivo
tiene que tener el foco en crear valor en las empresas, el
foco en las personas tanto de dentro de la empresa como fuera, los
clientes (que también son personas).
Las personas
deben de ser el verdadero foco del nuevo directivo. Formarlas, mimarlas,
ayudarlas, motivarlas, comunicar mejor, etc. deben de ser habilidades que los
nuevos directivos deberán de tener para esta nueva situación.
La inteligencia emocional y la empatía, deben ser auténticos coaches para focalizar su esfuerzo en las personas de su empresa, para que a su vez busquen darle al cliente (también son personas), el valor que busca. Y ahí entramos en otro punto importante, el cliente ya no busca solo el precio, también el servicio e incluso más allá, buscará experiencias.
Las nuevas empresas
que están triunfando hoy en día, está dando a sus clientes experiencias de
compra, no solo los satisface, no solo les da el mejor servicio, sino que
además le ofrece algo nuevo, algún valor de experiencia que fidelice a sus clientes.
Y así debe de ser
el nuevo directivo, un nuevo profesional que busque ser
productivo, ya que la productividad es lo que hace que el consume aumente,
que esté enfocado a las personas para conseguir lo máximo de
ellas ya que ellas te llevarán a los resultados, enfocado al nuevo
cliente que demanda servicio, y nuevas experiencias. Un directivo que
trabaje mucho la inteligencia emocional, practique la empatia,
sea productivo, sepa motivar, sea comunicativo,
sepa delegaren su equipo, sepa gestionar personas,
crean un equipo de trabajo cohesionado, sepa trabajar el talento
de las personas, sepa dirigir el cambio de modelo o de
negocio.
Y para eso el nuevo
directivo debe de estar formándose constantemente y trabajar a
las personas de su equipo para conseguir tener un equipo de alto
rendimiento.
Y ese es el reto
del directivo y de la empresa en este nuevo paradigma, no deja de ser
realmente muy sugestivo e interesante, esperamos estar ahí.